lunes, julio 17, 2006

Un Rosario de Engaños: Percepciones de Pablo Hiriart sobre AMLO

* O le dan el triunfo a él, o no reconocerá a Felipe Calderón como Presidente.

La demanda de López Obrador, a estas alturas, ya no se soluciona con la apertura de casillas ni con el conteo voto por voto.

Es él o nadie.

El TRIFE tendría que decir que ganó López Obrador o que se anulan las elecciones. Sólo así va a estar contento.

Y si los magistrados del TRIFE se dejan amedrentar, veremos quién vuelve a votar en una elección en México.

Veremos quién le volverá a creer al IFE, si es que lo hacen a un lado por el chantaje de una marcha.

Para ganar elecciones, será más importante prepararse en el terreno de las manifestaciones poselectorales que para vencer democráticamente en las urnas.

A ver si se justifica que el Congreso asigne a los partidos y al sistema electoral en su conjunto presupuestos de más de mil millones de dólares anuales, como ocurre. ¿Para qué?

Ése es el objetivo de las movilizaciones de López Obrador:

1.- Ganar la Presidencia con el golpe de las manifestaciones e imponerse sobre un país con instituciones democráticas quebradas. Quebradas por él.
2.- La dictadura de facto está a la vuelta de la esquina.
3.- Todo lo que aquí habíamos apuntado de este personaje ha resultado cierto.
4.- Y todo lo que habíamos dicho que iba a pasar, pasó.
5.- Perdió las elecciones y no reconoció su derrota.
6.- Exige que se vuelvan a contar los votos, uno por uno, pero sólo si gana él va a aceptar el resultado.
7.- Mientras, presiona con manifestaciones en todo el país.
8.- Lo puede hacer con cierta facilidad. Para mantener las movilizaciones y llenar el Zócalo del Distrito Federal se necesita dinero, mucho dinero, y organizaciones corporativas.
Dinero tienen, y de sobra. Organizaciones corporativas para traer gente, también tienen.
9.- Los dictadores suelen hacer manifestaciones multitudinarias, acarrear gente para que los vitoree y con esas imágenes de cientos de miles en las calles le dicen al mundo que el pueblo está con ellos. Que ahí está la base de su legitimidad.
10.- Nuestro aspirante a dictador lo hace a la perfección.
11.- Ante las autoridades y ante las instituciones, amedrenta.
Así lo hizo como jefe de Gobierno. Así lo hace como candidato derrotado.
12.- Busca doblegar por la vía del temor de los demás.
13.- Ya demostró que para él amedrentar no es una táctica de su política. Amedrentar es la esencia de su política.
14.- Y el método para confundir a la opinión pública es el engaño.
15.- Con Joaquín López-Dóriga, el pasado martes en el Canal 2, dio a entender que si se abrían los paquetes iba a respetar el fallo del TRIFE.
El periodista le preguntó: ¿Por qué creerte esta vez que sí vas a acatar lo que diga el TRIFE, si cuando dijiste que ibas a acatar el del IFE lo descalificaste?
—Que no te quede duda, aunque sea mi palabra o sea, es mi palabra y a mí no me gusta mentir, o sea, tu puedes tener otra idea.
16.- El viernes Carmen Aristegui en W Radio le preguntó lo mismo, y contestó que si se abren los paquetes “nos atenemos a los resultados”.
—¿Adversos incluso?—, le preguntó Aristegui.
—No quiero decir, eh, que yo acepte el resultado de la elección, me refiero en su contenido, en su esencia.
Aristegui trató de concretar:
—Te pregunto: gana Felipe voto por voto, ¿tú dices renuncio a impugnar esa presidencia que viene, no le llamaré espurio, no le haré la vida imposible?
—No, no, no. No digo eso—, contestó.
17.- El jueves dijo en entrevista con La Jornada que “el domingo —es decir ayer—, vamos a demostrar que hubo falsificación masiva de actas”.
Aristegui le preguntó acerca de esa afirmación, AMLO contestó:
—Sí, vamos a presentar pruebas.
—Pero, ¿hay algún elemento para demostrar tal cosa?—, insistió la periodista.
—Sí, hasta...
—¿Falsificación masiva?
—Hasta donde tenemos posibilidad, no estamos hablando de falsificación masiva, estamos hablando de falsificación de datos, es decir, donde los datos no cuadran—, contestó.
18.- Durante toda la semana López Obrador dijo y machacó que “no estamos pidiendo la nulidad de la elección presidencial.
¿Y qué dice el punto tres de las exigencias que planteó al TRIFE la coalición que lleva a López Obrador como candidato presidencial?
Dice, textualmente, que “no se declare válida la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y en consecuencia, no se emita la declaratoria de Presidente Electo”.

Con López Dóriga y con Aristegui sostuvo que “hay elementos de sobra para anular la elección presidencial”.
Le dijo a la conductora de W Radio: “lo de la apertura de paquetes después del cómputo, hay quienes sostienen que ésa es una causal de nulidad, o sea, para ese caso, de nulidad, hay elementos de sobra”.

Aristegui le explicó que esos paquetes se abrieron porque la coalición que encabeza López Obrador pidió al IFE documentación, como actas de incidencias, que estaban en los paquetes (circular 071 de la Dirección Ejecutiva de Organización Electoral), por lo que necesariamente se tuvieron que abrir para entregárselas.
Y preguntó: —¿Fue a petición de la coalición (la apertura de paquetes)?
—Es una circular administrativa, ése es el argumento, esto es una circular administrativa—, contestó.
—Pero, ¿lo pidió la coalición?
—Sí, pero yo te puedo pedir a ti, autoridad, de que cometas un ilícito, y no lo haces.
Esto es, la apertura de paquetes que hizo el IFE no fue para adulterar el resultado de la votación, sino para acceder a una solicitud de documentos que hizo el PRD.
Y lo que hizo el PRD fue ponerle una trampa al IFE para tener causales de nulidad ante la derrota de López Obrador en las urnas.

Engaños y más engaños

Con López Dóriga se quejó de que tenía problemas de comunicación, y se pasó más de 20 minutos en El Noticiero del Canal 2 que tienen horario triple A.
Le dijo que había sido “agredido, muy agredido durante toda la campaña”, y con Carmen Aristegui se quejó de que “los medios nos cierran espacios”.
—¿Te han cerrado espacios?
—Sí, sí, sí, sí.
—¿Qué elementos tienes para decirlo?—, replicó la conductora.
—Pues me han cancelado entrevistas y una serie de cosas, no, hasta ahí me voy a quedar, nada más.
Eso dijo López Obrador en una extensa entrevista por W Radio.
Había estado con López Dóriga en red nacional de televisión.
También había estado con Víctor Trujillo.
Y con Javier Alatorre en el noticiario Hechos, que llega a todo el país y a buena parte de Estados Unidos.
Tenía un programa de media hora en el canal 13. Y esa media hora se repetía por la noche en el canal 7, también a todo el país.

“Tenemos un problema de comunicación... nos cierran espacios”.

Engañar y engañar.

“No hubo equidad. El candidato de la derecha gastó más de lo establecido por la ley”, dijo López Obrador.
Otro engaño. López Obrador fue el que pagó más spots de televisión: 10, 500 reportó el monitoreo final del IFE, sin contar sus programas diarios en Azteca.

López Obrador abrió la semana con lo que iba a ser un golpe espectacular: presentó un video en el que “probaba” la existencia de “urnas embarazadas”.

Otro engaño. Se trató de la corrección de una equivocación de quienes pusieron en la urna de Presidente los votos de Diputados.
El presidente de la casilla, por acuerdo de todos los representantes de los candidatos, depositó esos tres votos en la urna correcta y el hecho fue filmado.
Pero no fue sólo eso: al video le quitaron el sonido, en el que el presidente de la casilla contaba en voz alta uno-dos-tres.

Un engaño con alevosía y perversidad.

Cuando los reporteros le preguntaron qué había pasado con los representantes de casilla de su candidatura, ¿por qué no detectaron el “fraude”?
Contestó que muchos se habían vendido.

Engaños, engaños por demás verificables.

En el documento de más de 800 páginas que presentó con “pruebas” del fraude, vienen sus acusaciones contra Angélica Vale, Maribel Guardia, cantantes de corridos...

Engaños. Un rosario de engaños.

http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=251535












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