Resistencia Civil con Tintes de Violencia y Contradicciones

* El lunes en Zócalo Manuel Camacho miraba a la multitud.

Ahora sonríen, decía, pero advertía, si el tribunal no cuenta voto por voto, las sonrisas se cambiarán por los puños.

Y ayer aparecieron los puños de Camacho.

Puños de un grupo violento que intentó agredir a Felipe Calderón, puños que se lanzaron contra los vidrios de su camioneta y patadas que se estrellaron en las portezuelas.

No habían pasado 48 horas del anuncio de Camacho.

Como si el jefe de las redes que iban a llevar a López a la victoria, ya hubiera sabido lo que venía.
En guerra avisada...
La amenaza fue muy clara, López pidió el domingo a Calderón que acepte el conteo voto por voto, “por él, por su familia y por su gente cercana”.

Y el lunes, Camacho advirtió que si Felipe no cede, habrá enfrentamientos en la calle.
Ayer dieron la primera muestra de lo pacífica que será la resistencia civil, mandaron a unos malandrines a agredir a quien les ganó la elección.

Y claro, como buen segundo de a bordo, Camacho deslindó a López de la agresión.
También lo hizo Jesús Ortega, que se cree todavía “jefe de campaña”.

Pero el propio López los desmintió, “Sí fue mi gente”, dijo y justificó el ataque: “están indignados porque no se respetan sus votos”.


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